En mi caso, esa pasión fue evolucionando en torno a la música. Comencé a tocar la guitarra porque me encantaba el sonido distorsionado del Punk Rock y el Thrash Metal.
Empecé a componer canciones en solitario en mi proyecto punk-rocker Deployed, más tarde formaría Stomp From The Grave y finalmente Ronin. Estas dos últimas bandas con influencias del metal pesado y el Thrash metal…
Escuchando a estos últimos y navegando por la red llegué hasta los japoneses Go!Go!7188.
Conseguían evadirme de una forma única y despertar, aun más, mi curiosidad por el país nipón.
Fue entonces, en 2013, cuando decidí viajar a Japón para ver a esa banda en directo.
Hacía ya varios años que Go!Go!7188 se habían separado pero descubrí que poco después de dejar la banda, la líder y vocalista formó otro grupo llamado Chirinuruwowaka (チリヌルヲワカ )
Conseguí las entradas con antelación y viajé a la aventura para descubrir nuevas zonas del país y experimentar un concierto 100% japonés.
Si no recuerdo mal, el concierto se celebró en el mes de Junio, en un caluroso Tokyo dentro del mismísimo barrio de Shibuya.
Tuve la suerte de asistir con un amigo japonés que hice en ese mismo viaje. Fue un concierto redondo, donde pudimos disfrutar de un gran directo y de una puesta en escena de diez.
En un intercambio cultural de videos musicales y anécdotas, una de las japonesas me mostró un video de una actuación en directo de una pareja de jóvenes nipones tocando un extraño instrumento que no había visto en mi vida. Me dijo que eran muy populares en Japón, que tocaban el shamisen y que se hacían llamar Yoshida Brothers…
En cuanto empezaron a sonar junto a la base rockera, quedé prendado. La fusión era perfecta. Sonaba fresca, potente e innovadora pero a la vez me resultaba muy familiar. Me retrotraía a todo lo que me gustaba y a la vez me abría los oídos a un mundo musical completamente nuevo.
Durante tres minutos consiguió evadirme y hacer que no prestara atención a nada más que a esa pareja de shamisens resonando con gran potencia y personalidad….
¿Quién iba a decir que esa canción me traería hasta aquí?
Afortunadamente, todavía puedes disfrutar de ese video y quizá, entender porque apenas unos meses después volvería a Japón para traerme un shamisen a España… pero esa es otra historia que ya te contaré otro día 😉
Jose