Se ha hecho esperar unas semanas pero ya iba siendo hora. Después de tanto hablar de los Yoshida Brothers en el blog y en la web, que mejor que hacerte una reseña y recomendación de uno de los álbumes que más me gustan de su discografía.
Esta semana hablaré de su quinto trabajo de estudio: Renaissence.
Originarios de Noboribetsu, pueblo de la isla de Hokkaidô, Ryôichirô Yoshida (1977) y Kenichi Yoshida (1979) empezaron a tocar el shamisen a los cinco años. Aprendieron del maestro Takashi Sasaki, quién, tristemente, falleció en 1999. Ese mismo año los Yoshida Brothers publicarían su primer disco.
Cinco años más tarde, en 2004, publicarían Renaissence. Este es el repertorio completo en su versión internacional.
01. NIKATA
02. 鼓動 (Kodo)
03. 思い出の風 (Omoide no Kaze)
04. indigo
05. 蒼月 (sôgetsu)
06. 竹田の子守唄 (takeda no komoriuta)
07. たんと節 (Tanto bushi)
08. 蜃気楼 (shinkirô)
09. Sistina
10. 朧月夜 (Oborozukiyo)
Llámame antiguo, pero a mí siempre me ha gustado escuchar los discos de principio a fin. Entenderlos cómo un todo y no por canciones sueltas que forman parte de él. Es por eso que empezaré por NIKATA, canción que abre el disco.
Puede que te preguntes que significa el título y la verdad, su significado es curioso. Es un acrónimo de Akita Nikata Bushi, una de las canciones más populares en el repertorio clásico del Tsugaru Shamisen. La diferencia en el título viene porque abren con la pieza original a dos shamisen pero enseguida le dan la vuelta y la convierten en un tema moderno con batería, shakuhachi, sinte y bajo. Una pista muy fresca que sin duda llamará tu atención. Como curiosidad, decirte que su videoclip no incluye la intro clásica.
La segunda canción del disco es la más popular de toda la discografia de los Yoshida Brothers. Kodo fue una revolución en el mundo del shamisen. De hecho, un remix de esta canción acompañó al anuncio japonés de la consola Nintendo Wii. Este hecho hizo que los hermanos Yoshida se volvieran realmente populares en el país nipón. Hablando ya de la canción: ¿qué puedo decir? Es un vendaval de notas súper frescas y redondas, interpretadas a una velocidad de vértigo con una técnica y ejecución perfectas. Es una de las canciones que cualquier iniciado en el shamisen siempre quiere aprender a tocar (yo incluído). Cómo curiosidad te diré que tuve el honor de poder aprenderla del mísmisimo Kenichi Yoshida e interpretarla junto a él.
Después de la tormenta llega la calma. Omoide no Kaze, una de mis favoritas del disco, es una pieza preciosa. Una guitarra acústica de sonido cristalino y una mandolina acompañan a los shamisen como voces principales del tema. Este tipo de canciones son una constante en su discografia. Eligen instrumentos muy diferentes al shamisen y crean melodías simples pero a su vez únicas, consiguiendo atmósferas de calma y nostalgia.
Vuelve a subir la intensidad e Indigo se abre paso. El shamisen cabalgante del principio se mete en tu cabeza para brillar junto a un sinte que eleva su sonido hasta llegar a los vientos del saxofón. ¿Quién iba a decir que con ese inicio acabaríamos escuchando un Blues con solos de Saxo y Shamisen? Una pasada de canción que bien merece unas cuantas escuchas.
Sôgetsu funciona cómo interludio del album y nos transporta a un Japón más tradicional con el trio de instrumentos clásicos. Taiko, shakuhachi y shamisen se unen, a modo de improvisación, para mostrarnos el folclore japonés de principios de siglo XX.
La sexta pista del disco, Takeda no Komoriuta, es una canción melódica y nostálgica con el shamisen de protagonista sobre una base de sinte y gaita. Sí, por primera vez en su carrera, incluían este instrumento de viento. Es un tema, que siempre que lo escucho, me evoca al escenario de un atardecer. Una canción que te relajará.
Tanto Bushi es la siguiente en la lista. Hay que decir que esta canción no aparece en el album original japonés. En esa versión, Tsugaru Yosare Bushi, interpretada por Kenichi Yoshida, ocupa su lugar. Hablando ya del tema, Tanto Bushi es una canción del repertorio tradicional de tsugaru shamisen. Esta vez se le añade un shakuhachi que acompaña a las mil maravillas. Junto a Ohara Bushi, es mi pieza tradicional favorita.
Nos acercamos al final y al clímax del disco. Shinkirô es mi canción favorita. Supongo que será por ese aire aflamencado del shamisen que le sienta genial. Es un tema redondo, me flipa que en todo momento el shamisen no deja de solear y parece cómo si estuviese cantando una letra sobre la base de sinte y guitarra. Cuando escuchas este tipo de canciones de los Yoshida Brothers es cuando sabes que no estas delante de un grupo cualquiera. Disfrútala.
Sistina es una de las canciones más ambiciosas de los Yoshida Brothers. Aúna todos los registros mostrados en el disco. Desde los riffs poderosos y pegadizos, pasando por las melodías dulces y nostálgicas y culminando con un final épico con sinte y guitarra eléctrica.
El disco lo cierra Oborozukiyo. Entraría en el grupo de canciones melódicas y nostálgicas pero esta vez funciona mejor como ending del álbum. El sinte se utiliza cómo un xilófono, lo que hace que recuerde a una nana de noche.
Me ha sido difícil quedarme con un sólo disco de los Yoshida Brothers, pero creo que Renaissence es muy representativo. Es por eso que te recomiendo encarecidamente que lo escuches. Aunque no seas un amante del sonido del shamisen, es un disco fantástico que cualquier melómano sabrá apreciar y disfrutar.
¡Hasta la semana que viene!
Jose