Para empezar a hablar del shamisen primero hay que viajar hasta la China del siglo XIII…
Allí se descubrió el primer instrumento de tres cuerdas, llamado San Xian, estaba compuesto por un mástil alargado con tres clavijas enormes y rudimentarias cubierto con piel de serpiente en su caja.
No fue hasta muchos años mas tarde cuando llegó a la isla japonesa de Okinawa…
Concretamente, fue en el siglo XV cuando el San Xian se convirtió en San Shin…
Similar en sus caracteristicas, pero con el mástil mas corto, el San Shin Japonés era más elegante y sofisticado.
Empezó a hacerse popular en la música local de Okinawa…
Finalmente, casi un siglo después, este San Shin llegó hasta la costa de Osaka, donde evolucionaría en lo que hoy día se conoce cómo Shamisen…
El Shamisen cómo tal no aparecería hasta el siglo XVI. Fue en Osaka, donde se popularizó en el teatro Kabuki.
También conocido como Shamisen Nagauta (canción larga) se utilizaba como acompañante musical en la narración de cuentos. Así fue como ganó popularidad en el folclore japonés.
A diferencia del San Shin el mástil era más largo y fino, se construía con madera de cerezo o sandalo rojo y la caja se cubría y tensaba con piel de gato.
Para reproducir sonido en el shamisen se emplea un plectro más conocido como Bachi. Fabricado originalmente de marfil y/o madera, el bachi rasguea la cuerda e impacta sobre la piel, creando simultáneamente melodia y percusión.
Tal y como hizo el Shamisen con el San Shin en su momento, a finales del 1800, este volvió a evolucionar, pero esta vez en un viaje hacia las tierras gélidas del norte de Japón…
La historia cuenta que el Tsugaru Shamisen fue creado por Nitaboh, un joven ciego que descubrió el sonido del shamisen, quedó fascinado por él y al poco tiempo empezó a tocar el que heredó de su madre.
Creó un estilo propio, que provocó que ese mismo shamisen se le quedara pequeño….
Gracias a la ayuda de la gente que le respetaba y reconocía su talento, consiguió un Shamisen de mástil de cuello grueso (futozao).
Este se utilizaba en el teatro de marionetas (gidayu) ya que debido a su tamaño ofrecía mayor potencia de sonido.
Ese fue el instrumento que le ayudó a potenciar sus virtudes cómo músico y a desarrollar el estilo que hoy en día se conoce como Tsugaru, donde predomina el vigor, la técnica y la improvisación.
Su legado, lo seguirían músicos de la talla de Shirakawa Gunpachiro y Takahashi Chikuzan entre otros. Fue así como este instrumento se hizo popular en toda la isla de Japón
A diferencia de su hermano pequeño (Shamisen Nagauta) la caja del Tsugaru Shamisen (algo más grande que la del shamisen normal) se cubre con piel de perro. Esto hace que sea mas resistente a los impactos del bachi.
Además, se utiliza un plectro diferente. Fabricado con caparazón de tortuga (material que hoy día se sigue utilizando).
Al ser un material rígido y mas flexible que el marfil, proporciona una acción más rápida y precisa que el bachi original.
Además de ser un instrumento centrado en sus raices, hoy en dia existen artistas que han ido mas allá fusionando diversos estilos musicales. Los Yoshida Brothers son algunos de los que han conseguido mezclar (con éxito) el sonido del shamisen con registros tan diferentes como el Pop, Blues o Electronica. A continuación, unos ejemplos:
Además de todas estas innovaciones también existen otros grandes intérpretes, como Hiromitsu Agatsuma, que son capaces de transportarnos a esas tierras gélidas e inhóspitas de la región de Aomori, donde nació el Tsugaru Shamisen y su pieza clave, Tsugaru Jongara Bushi.
Si has llegado hasta aquí, no puedes perderte el siguiente video.
Relájate y disfruta del sonido más auténtico del Tsugaru Shamisen